Juan y Alberto se hicieron amigos al comienzo del año escolar, jugaban juntos en la hora del recreo y ya habían hecho algunas tareas juntos. También otros del salón de clases se unían para hacer la tarea pero Juan y Alberto siempre se sentían bien haciendo equipo a solas.
En la clase de biología, el profesor mandó a hacer una exposición en parejas sobre los animales, ¡Juan y Alberto se seleccionaron mutuamente al instante!. El profesor les asignó el tema sobre “Describir cuatro de las principales características de los animales vertebrados”. Esto sucedió un día jueves y finalmente debía hacer la exposición para el día martes. Entonces tenían algo como cinco días para poner a punto la exposición.
El jueves, luego de salir del colegio, Juan llamó por teléfono a Alberto para ver si podían comenzar a organizar la exposición entre los dos, a lo que Alberto contestó, “Sí, dividimos los cuatro puntos entre los dos y comenzamos”.
El viernes antes de salir del colegio, Juan preguntó a Alberto cómo iba con sus puntos de exposición, y contestó: “No hice nada porque llegué muy cansado”. Juan le impresión la respuesta, porque pensó que ya él había hecho algo, este le contestó “Bueno, tranquilo, mañana seguro lo haces”.
Sábado es día de hacer las tareas temprano para Juan, entonces terminó de recolectar toda la información sobre los vertebrados que le había correspondido. Volvió a llamar a Alberto pero le respondió que no había hecho nada porque se sentía enfermo. “Tranquilo recuperate”, respondió Juan.
Juan practicó su exposición un poco más el domingo, ya era suficiente, con las diapositivas se guiaba muy bien. Preparó todo para que el profesor de biología lo viera el lunes, Alberto no presentó nada.
¿Qué sucederá el martes?
¿Qué puede hacer Juan?
¿Qué piensas de Alberto?